14 de octubre de 1980: Las tapas de los diarios, que titularon sin nombre, ni apellido

El 23 de junio de 1978, a 48 horas de la final con Holanda, la dictadura le concedió la prisión domiciliaria, a quien en 1980 sería Premio Nobel de la Paz. Lo habían detenido en agosto de 1977, en el Departamento Central de la Policía Federal. Encarcelado y torturado, sin proceso judicial y puesto a disposición del Poder Ejecutivo.

Estuvo en prisión 14 meses (recibió en la cárcel el Memorial de la Paz “Juan XXIII”, otorgado por Pax Christi Internacional) y otros 14 en libertad vigilada. Por entonces, Adolfo trabajaba junto a organismos como Madres, Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.

“Recibo esta distinción en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad” (Pérez Esquivel al recibir el Nobel de la Paz, por su trabajo en Derechos Humanos).

Los diarios de distribución nacional más importantes de entonces, ningunearon su nombre en los títulos de tapa del 14 de octubre de 1980: “Otorgaron el premio Nobel de la paz a un argentino” (“Clarín”), “Un argentino obtuvo el Nobel de la Paz” (“La Nación”) y “Otorgóse a un argentino el premio Nobel de la Paz” (“La Prensa”). La misma idea y casi las mismas palabras, para una orden general girada por la dictadura a las redacciones amigas.

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